miércoles, 31 de julio de 2013

Parque de María Luisa - Sevilla - Monumento al Cid


“El caballo”
Rodeando el parque de María Luisa, tenemos un bello entorno del que forma parte la Avenida del Cid, desde la Glorieta de D. Diego hasta la fuente de las Cuatro Estaciones.  
Donde quedamos? En el caballo, punto de encuentro de muchos sevillanos, todos conocen esta zona y este monumento por el caballo.

 
El caballo se llama babieca y el personaje que lo monta , a quien va dirigido el monumento, es el Cid Campeador, llamado Rodrigo Díaz de Vivar. Está sobre un pedestal de granito, en la parte central de la llamada glorieta del Cid, junto a él,  una fuente. Como muchas cosas en esta ciudad, fuera de uso.
 
La zona fue remodelada últimamente, el monumento también ha sido, restaurado, pero la fuente, no se han debido de dar cuenta que no está operativa, ¡quizás por avería!  ! Lastima!
En la restauración además de limpiar y reparar el bronce de la estatua y el granito del monolito, que lógicamente sufre las inclemencias del tiempo, le ha sido aplicado un tratamiento anti grafitis. Coste del proyecto  40.120 €

 
Es lamentable, pero deben aprovecharse todas las ocasiones para hacer denuncia, que se declare la constatación de que el vandalismo es la primera causa de deterioro de nuestros monumentos en nuestra capital hispalense. Una ciudad que, además, su mayor aspiración es estar abierta al  mundo y atraer el turismo
“Suciedad y vandalismo por la sufrida ciudad hispalense”

La estatua, en bronce, es obra de la escultura Anna Hyatt Vaugh, más conocida como Ana Huntington. Desde su casamiento  con el millonario hispanista, Huntington. Y se trata de un regalo del matrimonio a la ciudad de Sevilla con motivo de la exposición Iberoamericana de 1929
No es fácil su acceso pues los coches pasan veloces, pero sí se logra, yo lo he logrado,  podemos leer en el pedestal que sustenta la estatua: Sevilla, morada y corte del Rey poeta Motamid, hospedo a mío Cid, embajador de Alfonso VI, y le vio volver victorioso del Rey de Granada

 
 
En la otra cara leemos: El Campeador, firme calamidad para el Islam, fue por la viril firmeza de su carácter y por su heroica energía, uno de los grandes milagros del Creador. Ben Bassam.

 
En un lateral se encuentra un escudo en el que se lee: The Hispanic Society of América, ofrece este monumento a España
Existe otra estatua igual a esta en San Diego de California y parece ser hay una tercera copia en  la plaza de España de Valencia 

Rodrigo Díaz de Vivar, figura histórica de la Reconquista,  fue un heroico guerrero de Sancho II, también obtuvo la confianza de Alfonso VI
En él se unieron todos los valores de un caballero, prudente, justo, leal hasta el sacrificio y temerario, según afirman los que han estudiado esta figura, el personaje histórico supera con creces al personaje épico. No tenia rival que lo ensombreciera
Murió alrededor de los 50 años de muerte natural, algunos dicen que se lo llevo la pena por la muerte en batalla de su único hijo, otros achacan la muerte a unas fiebres, no está determinada su causa
Sí cuentan, que al final de sus días se desprendió de sus dos espadas “Tizona y Calada” que regalo a sus hijas.
 
Con respecto al caballo de la estatua no obedece el lenguaje establecido, ya que si El Cid murió de muerte natural sus cuatro patas deberían reposar en el suelo, y no es así, a no ser que inspirada  en la leyenda que cuenta que El Cid gano una batalla después de muerto  decidiera plasmarlo de alguna manera.
Rodrigo, descansa junto a su esposa Jimena en el centro de la Catedral Burgalesa.

 
Sus gestas fueron narradas en forma de cantares de gesta por todos los juglares de siglos posteriores. Alcanzando fama el “Cantar de mío Cid”
En él se reza la famosa frase: “Dios que buen vasallo si tuviera un buen señor”
Entre sus gestas podemos citar la conquista de Valencia

– CASTILLA-
El ciego sol se estrella
En las duras aristas de las armas,
Llaga de luz los petos y espaldares
Y flamea en las puntas de las lanzas.
El ciego sol, la sed y la fatiga…

Por la terrible estepa castellana,
Al destierro, con doce de los suyos
__Polvo sudor y hierro__, el Cid cabalga.
 
Cerrado está el mesón a piedra y lodo…
Nadie responde. Al pomo de la espada
Y al cuenta de las picas el postigo
Va a ceder…!Quema el sol, el aire abrasa!
A los terribles golpes,
De eco ronco, una voz pura, de plata
Y de cristal responde… Hay una niña
Muy débil y muy blanca
En el umbral. Es toda
Ojos azules y en los ojos, lágrimas.
Oro pálido nimba
Su carita curiosa y asustada
Buen Cid, pasad… El Rey nos dará
Muerte,
Arruinará la casa,
Y sembrará de sal el pobre campo
Que mi padre trabaja…
Idos. El cielo os colme de venturas….
¡En nuestro mal, oh Cid, no ganáis nada!
Calla la niña y llora sin gemido….
Un sollozo infantil cruza la escuadra
De feroces guerrero,
Y una voz inflexible grita: ”!En marcha!”

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
Al destierro, con doce de los suyos,
__polvo, sudor y lágrimas__el Cid cabalga.
                                               Poema de Manuel Machado

A los lados de la avenida, si miramos al Cid tenemos a la derecha el emblemático edificio de la Universidad y a su Izquierda los Jardines del Prado,
Vegetación, en el bulevar donde se encuentra la estatua, encontramos unas singulares pérgolas en forma de parasol que sustentan unas Buganvillas rojas, Árboles de Júpiter, Cycas, lantanas, rodeando la estatua Laureles y Boneteros
En los acerados,   en el lado de la universidad lucen las Bauhinias, acompañadas de Plátanos de sombra y Naranjos en el otro lado Bauhinias, y unos parterres con setos de Mirto y Boj, y algunos arbustos como Agracejo rojo, Sterlitias y Rosales 

             
 

1 comentario:

Sacri dijo...

Me encanta conocer estos detalles de mi ciudad. Gracias por difundirlo.